Hoy por la mañana en Buenos Aires fue tremenda. Mientras todo el mundo estaba expectante de lo que podía pasar en la final de ida de la Copa Libertadores de América entre Boca Juniors y River Plate, dos tremendos chaparrones con dos horas de diferencia entre uno y otro, anegaron el césped bien cuidado de La Bombonera, la cancha de los xeneizes.
Luego la lluvia no cesó para nada, los árbitros encabezados por el chileno Tobar ingresaron al campo de juego sobre la hora 15 y estuvieron varios minutos haciendo pruebas con la pelota.
Finalmente el partido fue suspendido y pasó para mañana a la hora 16.
El protocolo de la Conmebol indica que en un caso de suspensión de este tipo debe postergarse 24 horas, independientemente de los pronósticos del tiempo, los que también dan intensa lluvia para mañana en Buenos Aires.